[1] Canción de Silvana di Lorenzo. Festival de San Remo, 1971
María Solita Quijano
He sido invitada a contribuir en este espacio, en parte, porque pertenezco a la comisión bibliográfica de nuestras próximas Jornadas de la NEL bajo el título de ¿Sexualidad(es)?. La comisión se conformó a partir de invitaciones a algunos y se organizó en cuatro “campos”: Freud, Lacan, Miller y Otros. Pudimos elegir en cuál trabajar. Yo elegí Otros. Y se verá que cada cita, cada pieza, es una lectura que alguien hizo y en la que alguien podrá encontrar allí -o no- una vía sugestiva a la pregunta que reunirá a los interesados en estas Jornadas, y que, en cierto modo, nos reúne en este espacio. La invitación pedía, además, decirlo en 400 palabras, lo que conviene a mi estilo.
Cuando la palabra es parloteo y el pensamiento debilidad ¿qué decir acerca de una pregunta retórica? (en el mejor de los sentidos, que los tiene); la pregunta es ¿puedo elegir mi sexualidad a voluntad?; y de un propósito imposible: desde qué punto de doctrina sobre la sexualidad oriento mi práctica.
Tres términos articulados en la pregunta: elección, sexualidad y voluntad, términos importantes en el psicoanálisis, cada uno. La elección siempre es forzada, la sexualidad es un agujero y la voluntad un goce vinculado al superyó. Todos reunidos en un enunciado que los relaciona de cierta manera y por eso conforma una pregunta retórica, porque, aquí, tiene una respuesta: no. Así formulada, es parloteo y proviene de un discurso en boga que quizá, en cierto modo, pueda resumirse en algunos discursos feministas y trans (queer, lgtbi+++++…) y sus desarrollos académicos, legislativos, médico-institucionales, jurídicos, etc. Un discurso amo, en el que el S1 puede ser “Identidad sexual”.
Un propósito imposible, decir desde qué punto de doctrina sobre la sexualidad oriento mi clínica. Lo imposible es lo real. ¿Qué hacer ahí? En el discurso analítico el saber está en reserva en el lugar de la verdad, lo que el analista presenta en su posición es un semblante de objeto a; la relación del analista con el saber d o c t r i n a l no puede ni debe operar en su acto, lo que no quita que deba tener una relación con ese saber.
El parloteo, ¿pero la debilidad? Poner “aparatos de coherencia”, dice Miller en piezas Sueltas, o discursos, algo a veces útil y a veces necesario para el encuentro con otros, sin embargo, son limitados, impotentes, insuficientes para decir sobre la sexualidad. Pero….. aquí estamos para hablar sobre eso.